Apnea del sueño

Aunque existen más de 18 tratamientos contra el síndrome de apneas e hipopneas del sueño (SAHS), “sólo la cirugía ortognática presenta un índice de curación del 95 por ciento”.

Esta técnica quirúrgica corrige la posición de la mandíbula evitando que durante el sueño se deslice y obstruya la vía aérea superior.

Así, su objetivo es desplazar levemente las bases óseas para que el oxígeno circule con normalidad y desaparezcan las apneas e hipopneas. La cirugía se realiza a través de la boca por lo que después de la intervención las cicatrices no son visibles y el perfil facial mejora.

“El primer paso es perder peso”, lo que “elimina el peso de los tejidos blandos y la grasa que recae sobre la mandíbula durante el sueño”, ha explicado el experto. A su entender, “existen cinco grados del síndrome de apneas a los que se asocia, con mayor o menor incidencia: cansancio crónico, hipertensión arterial, altos riesgos de sufrir infartos y enfermedades cardiovasculares, así como pérdida de memoria y alteraciones cognitivas”.

Entre el 6 y el 10 por ciento de la población española sufre el SAHS, que se traduce en periodos de obstrucción de la vía aérea superior durante el descanso. Además, se estima que el 90 por ciento de los casos no han sido diagnosticados.

De hecho, esta patología repercute “de forma sustancial” en el ámbito familiar y aumenta las posibilidades de padecer accidentes laborales y de tráfico. Su prevalencia 4-6 por ciento en hombres y del 2-4 por ciento en mujeres, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

No obstante, también se han detectado casos entre la población infantil. Las sociedades pediátricas calculan que entre un 1 y un 3 por ciento de los niños padece este síndrome debido a malformaciones óseas que pueden corregirse con esta cirugía. La afección se traduce en trastornos del comportamiento, hiperactividad, retraso escolar del crecimiento, entre otros.